Se dice que en la avenida revolución tenia un toque tétrico y olor azufre que despedía el interior del bar aloja testificando que algo no anda bien. Era un jueves, algunas personas señalan que era uno de esos días santos en los que hay poca clientela y pocos turistas deambulando por las calles. Los socorristas de la cruz roja recibieron de una fuerte descarga eléctrica que se había suscitado en el interior del establecimiento y que había heridos. Nunca pensaron que ese servicio se les quedaría grabado para siempre. Uno de ellos menciono que a la hora en la que recibieron el reporte el cielo estaba mas oscuro que de costumbre, otro prefiere no acordarse porque la imagen le recorre la piel y le ocasiona escalofrió.
No les fue fácil precisar lo que les paso, solo coincidieron en que al llegar al bar el ambiente era diferente. Se percibía un olor muy peculiar y la impresión se dibujaba con una claridad espeluznante en el rostro de los testigos que se resistían a creer lo que había sucedido. En el interior de la pista de baile estaba el cuerpo de una joven que cuando ocurrió todo prefirió correr hacia los baños. Policías y socorristas de inmediato se trasladaron a verificar este testimonio, pero en el interior de los sanitarios no había nadie y se veían pocas probabilidades de escapar, de hecho difícilmente alguien podría haberlo conseguido. Al ver el cadáver, los paramedicos no podían asegurar que se trataba de una descarga eléctrica, el grado de calcinación era increíble. Hace poco mas de 20 años que esta historia circula por las calles de Tijuana y todos la conocen como la mujer que bailo con el diablo esa noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario